Las Marzas de Soba forman parte de una de las manifestaciones antropológicas más interesantes y desconocidas de Europa. Se enmarcan dentro de las Mascaradas de Mozos y hunde sus raíces en el tiempo.
Soba es fundamental para entender el origen de las Marzas ya que en otros lugares solo quedan como meros cantos similares a los navideños y sin embargo aquí reconocemos toda su estructura.
Tras el solsticio de invierno comenzaban las fiestas de los mozos que celebraban el cambio de temporada y el aumento de los días que presagiaban la primavera.
Los mozos se reunían y se disfrazaban sin ser vistos, después salían a recorrer las casas del pueblo y alrededores pidiendo el aguinaldo, y con lo recibido hacían varias cenas de confraternización. En su visita a las casas, unos, vestidos de blanco, bailaban o cantaban (de ahí las marzas) y otros, vestidos con ropas estrafalarias, hacían parodias.
En las Marzas de Soba aparece este modelo. Los mozos se llaman Ramasqueros, ese nombre les viene del Ramo adornado que lleva el personaje encargado de bailar llamado Galán o Rabadán, el personaje vestido de blanco. En su origen, el ramo debió servir para colgar parte de lo recaudado en especies. Otro personaje, también perdido como el anterior, era el Payaso encargado de hacer gracias, parodias y bufonadas delante de las casas. La comparsa hacía sentir su presencia con los campanos que llevaban colgados a la cintura y todos juntos cantaban “las Marzas” en la casa visitada. De recoger el aguinaldo se encargaba el Torreneru, que portaba un cuévanu en la espalda.
No sabemos porque en esta zona de Cantabria y otras partes de Burgos y del noreste peninsular la celebración tiene lugar el 1 de marzo. La explicación más plausible es que Soba haya conservado la fecha de inicio del año Romano.
Ya no quedan mozos, y las formas de vida social en los pueblos han cambiado, sin embargo, actualmente hombres de todas la edades y niños aún cantan las marzas, rememorando esta fiesta ancestral. Deseamos que así siga siendo.
Oscar J. González (Etnógrafo, especialista en Mascaradas Europeas)
Marzo florecido, seas bien venido;
florecido Marzo, seas bien llegado.
A esta casa honrada, Señores llegamos:
Si nos dan licencia, Las Marzas cantamos.
¿Si las cantaremos, o las rezaremos?
más, con su licencia, cantarlas tenemos.
Que es descortesía y es desobediencia
en casa de nobles, cantar sin licencia.
Al oido, oido, damas y doncellas
oiéis Las Marzas nuevamente impresas
No vivien de Holanda ni de Inglaterra
que Dios las envia, del cielo a la tierra.
Muchas profecías, se encierran en ellas,
y las que diremos son algunas de esas.
En aquel castillo hay doce doncellas,
las seis fueron monjas, prioras y abadesas,
Y las otras seis, que por ser tan bellas,
seis duques y conces, casaron con ellas.
Veinticinco infantes nacieron entre ellas
hombres valerosos dados a la guerra
De turcos y moros limpiaron la tierra
y la casa Santa volverá a ser nuestra.
Vendran ricos fieles y harán ricas puertas,
ventanas de plata, balcones y rejas
con puntas que lleguen casi a las estrellas.
Levantaos damas, de esas vuestras camas,
abriréis los cofres, daréisnos dinero
a medios doblones, doblenes enteros.
Chorizos y huevos es lo que pedimos
y tambien dinero para echar un trago,
porque el tabernero no nos da fiado.
Si nos dais torreznos, no cortéis los dedos
si nos dais huevos, no nos los deis hueros;
si nos dais castañas, no nos las deis carrias.
Si ustedes comprenden, que les molestamos
dennos los chorizos y asi nos marchamos
y si no la bota para echar un trago
porque la garganta se nos ha secado
Si nos dan dinero, no miren lo que echen
que ya falta poco pa cobrar la leche.
Traemos un burro cargado de nada
que no come hierba, paja ni cebada
siki cine huevos y tortas sobadas.
Angelitos somos, del cielo venimos,
huevos y torreznos es lo que pedimos.
Y tambien dinero, para echar un trago,
porque la garganta se nos ha secado.
´Quédense con Dios... Vivan muchos años...
Y tambien nosotros, los que las cantamos.
