Se cuenta con escasa o nula documentación escrita de la época romana y de las primeras comunidades de la Edad Media. Aparece algo en el año 863 relacionado con el monasterio de San Andrés de Asia (hoy Aja) y en los cartularios de San Salvador de Oña y Santa María la Real de Nájera. La documentación más importante es la del siglo XIII, con los linajes de los Ezquerra de Rozas y los Zorrilla, que más tarde se van a vincular a la familia castellana de los Velasco. Esta familia tuvo el señorío de Soba a partir de 1300, privilegio que otorgó el rey Fernando IV.
A finales del siglo XIV, Soba fue incluida en la Merindad Mayor de Castilla la Vieja. Hubo grandes enfrentamientos entre las dos familias. En 1473 Enrique IV nombró Condestable de Castilla a Pedro Fernández de Velasco que ya tenía el señorío de Medina de Pomar, Briviesca y Frías.
Hasta 1822 en que hubo un proceso de modernización del Estado, el valle estuvo dividido administrativamente en entidades de pequeño tamaño llamadas concejos, que eran administradas por regidores, diputados, montaneros y coxedores (que recaudaban los impuestos). Los antiguos concejos han derivado en las actuales juntas vecinales que con un total de veintisiete componen el actual municipio de Soba.
Mostramos el documento de dotación al monasterio de San Andrés de Asia (hoy Aja), en el que el presbítero Cardelio lega a la Iglesia todos sus bienes, entre ellos el propio monasterio, la propia villa de Asia (hoy Aja) y su molino en Soba. La traducción al castellano se encuentra aquí.